Doce siestas en la boca del lobo

Calzoncillos

aguasalyfiebre

Uno de los elementos que más llama la atención de Viva Elástico son las letras. Schuster construye historias con un par de escenas, apenas un par de elementos le sirven para reponer la foto que busca recrear. Historias donde intuimos siempre qué es lo que pasa pero donde nunca nos lo dicen. Otro de los aspectos son los objetos que hay en esas canciones. Floreros, motos, licores, guitarras, polleras; las cosas en Viva Elástico titilan. Si en El amor enferma resplandece la bufanda, La traición brilla por la palabra calzoncillos. Cuando Schuster aprieta esa tecla se asemeja al mejor Morrissey. Pone en primer plano palabras ajenas a la tradición rockera, aporta color con ese contrapunto.

Ningún recital de Viva Elástico es igual a otro. Cargan, hoy día, con ese no-sé-qué que tienen las bandas en un buen momento. Eso que les permite tocar una misma canción en el Zaguán, el Salón Pueyrredón, el Tío Bizarro o Niceto y sonar, siempre, diferentes. A pesar de algún exceso de épica, Viva Elástico hoy se afirma en un cantante que deja todo en el vivo, bajos cada vez más gordos, guitarras cruzadas y teclados que se dejan llevar sobre esas bases. Todas claves para entender este momento. Y estribillos, muchos estribillos perfectos, de esos que piden a gritos levantar el vaso de cerveza tibia para acompañarlos.

La traición

http://www.youtube.com/watch?v=Goqf91_87r0

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Esta entrada fue publicada el 4 noviembre, 2013 por en argentina.